La sensibilidad dental es una de las molestias bucales más comunes entre los adultos. Si al ingerir bebidas o comidas frías o calientes sientes dolor, muy probablemente sufrirás de dientes sensibles y es importante que conozcas por qué se produce y cómo se puede tratar dicho problema.

Antes que nada, debes conocer que los dientes están formados por tres capas:

  • El esmalte, que es la capa exterior y la más dura.
  • La dentina (el núcleo del diente), que es blanda y contiene millones de pequeños agujeros.
  • La pulpa, la parte más profunda del diente y donde se encuentran los nervios.

El agudo y breve pinchazo provocado por la sensibilidad dental se produce cuando la dentina queda expuesta y se descubren los agujeros que alberga en su interior. Es entonces, cuando al comer o beber algo frío, caliente, dulce o ácido, un estímulo viaja por dichos agujeros y afecta al nervio, ocasionando esa molestia que se traduce en sensibilidad dental.

La sensibilidad dental suele aparecer entre los 18 y 40 años, curiosamente con un mayor número de casos detectados entre las mujeres.

Síntomas de la sensibilidad dental

La sensibilidad dental la podemos sufrir al someternos a tres tipos de estímulos:

  1. Estímulos térmicos: al ingerir alimentos o bebidas frías o calientes (café, helado …)
  2. Estímulos químicos: al tomar alimentos azucarados o ácidos (dulces, naranjas…).
  3. Estímulos mecánicos: al cepillarnos los dientes o utilizar la seda dental o con el contacto de algún otro objeto sobre el diente.

Como ves, la sensibilidad dental es un problema muy fácil de diagnosticar, aunque a veces lo podemos confundir con otros problemas. Para saber si es sensibilidad dental o no, hay que tener en cuenta que siempre es ocasionado por un factor externo y de fácil localización. En caso de que no sea así, el diagnóstico es otro y deberá ser tu dentista el que lo identifique.

Causas de la sensibilidad dental

Entre las causas más comunes que ocasionan la sensibilidad en los dientes sensibles, hay que destacar:

  • Cepillarse los dientes de forma incorrecta: Si te cepillas los dientes con mucha fuerza, lo haces demasiadas veces al día o utilizas un cepillo de cerdas muy duras para tu boca, el desgaste del esmalte dental se acelerará, lo que puede provocar la retracción de las encías.
  • Blanqueamiento dental: este tratamiento puede ocasionar sensibilidad dental, aunque la buena noticia es se trata de un efecto pasajero.
  • Recesión de las encías: Cuando se retraen las encías, la dentina y parte de la raíz quedan expuestas, ocasionando la reducción de la capa protectora del diente y por lo tanto, generando sensibilidad dental.
  • Caries: en el momento en el que notes alguna señal de la aparición de caries, es necesario que acudas a tu dentista o puedes llegar a sufrir sensibilidad dental.
  • Ingesta de exceso de alimentos y bebidas ácidas: Determinados alimentos tienen un pH bajo que contribuye a la erosión del esmalte y del cemento, como pueden ser los cítricos, las mermeladas, el yogur, el té, el vino o los refresco.
  • Bruxismo: el rechinamiento de dientes involuntario, normalmente durante el sueño, ocasiona el desgaste del esmalte, lo que puede llegar a provocar sensibilidad dental.

Uso de pasta de dientes blanqueadoras: las pastas de dientes con efecto blanqueador contienen elementos abrasivos que desgastan el esmalte.

Esperamos que esta información te haya ayudado a resolver dudas. Si sufres sensibilidad dental, acude a tu clínica dental para que un especialista te informe sobre cuál es el tratamiento más adecuado para tratarla. Si ese es tu caso, ¡pide tu cita ahora y te ayudaremos a solventar este problema!